Puerto de Sevilla Siglo XVI

Puerto de Sevilla Siglo XVI
Puerto de Sevilla Siglo XVI

miércoles, 22 de junio de 2011

Memoria Pablo Fernández

Experiencia en el Proyecto Cartagena


Este proyecto comenzó cuando estábamos en 3º de ESO, al principio nos hablaron sobre la plataforma, y que tendríamos que hacer algunos trabajos, no sabíamos aún nada sobre el intercambio.


A medida que avanzaba el curso, nos hablaron sobre el intercambio con alumnos del IES San Isidoro de Cartagena, y lo recibimos con ilusión, pero a mí en un principio no me apetecía hacerlo.


A través de la plataforma empezamos a entablar relaciones, y entre ellos acordaron quien iba acoger a quien.


Estuvieron en Cartagena 4 días y se lo pasaron muy bien, e hicieron muchas fotos, ya tenían ganas de volver a verse aquí, en Sevilla.


Cuando comenzamos el curso 2010/11, algunas personas dejaron el proyecto o se fueron del instituto, pero también vinieron nuevos alumnos. Los cartageneros iban a venir a principios de Octubre me comentaron, y ya estábamos impacientes por su llegada, y así el primer intercambio del proyecto terminaría. Cuando llegaron yo el primer día estaba enfermo y falté, y no me pude presentar.

Aunque estaba en el Proyecto Cartagena no pude participar en las excursiones organizadas, cuando vinieron no estuve mucho tiempo con ellos.


Y llegaron las despedidas en Sevilla, ya querían volver, ahora tocaba esperar hasta Abril.


Cuando ya supimos la fecha exacta de la vuelta de los cartageneros comenzaron los nervios y las ganas de vernos. La vuelta de los cartageneros coincidía con el viaje a Viena, y algunos no pudieron estar con ellos.


En esta segunda fase del Proyecto Cartagena participé más, y estuve en algunas actividades.


El lunes, tras la llegada a Sevilla el domingo por la tarde, llegamos hasta el salón de actos, y nos presentamos, también nos dieron un folleto con las actividades que haríamos durante los 3 días de intercambio. Después fuimos al laboratorio del instituto, y nos estuvieron explicando algunas cosas ( que ahora no recuerdo ) muy interesantes. Cuando terminamos la visita por el IES San Isidoro ellos se fueron a comer, y más tarde, a las 16:00 haríamos la Gymkhana matemática en el barrio de Santa Cruz, yo llegué algo tarde, ya que no fui a comer y no sabía donde estaba mi grupo. La gymkhana acabó sobre las 17:45, y cuando terminó nos fuimos todos a dar una vuelta ( si, una vuelta ).


Llegó el martes, y con él la excursión al Puerto de Sevilla, donde nos enseñarían la esclusa. Cuando llegamos e íbamos a ir a ver la esclusa, nos teníamos que poner un chaleco y un casco, algunos no se lo pusieron, y otros no podían ( lo mío no tenía solución ).


Cuando terminamos la visita al Puerto de Sevilla, se fueron a comer, yo tuve que ir al instituto.

En el folleto ponía que sobre las 16:30 irían a ver la Torre de los perdigones, subimos a ella, y había unas vistas espectaculares. Nos explicaron desde cuando existía y para que servían, en ella se fabricaban perdigones, y nos contaron el proceso de fabricación, subían a lo alto el plomo, se fundía, se echaba en unas cribas de distintos calibres, y se dejaba caer, y así se enfriaban.


Llegó el peor día, el de las despedidas.

Algunos nos encontramos de camino al instituto en la alameda, cuando llegamos estuvimos esperando al resto en el vestíbulo para ir a desayunar a la cafetería, donde pasamos las últimas horas ( algunos ).

Cuando terminamos de desayunar fueron a por las maletas, y nos despedimos, los del proyecto de Sevilla se fueron con ellos en el mismo autobús hacia Cartagena, y los demás nos quedamos, me arrepentí de no ir.


No sé que hicieron en Cartagena, me contaron que se lo pasaron muy bien, y especialmente algun@s.

Espero podamos volver a vernos, si es organizado por ambos institutos o por nuestra cuenta.




Pablo Fernández Amiano

Memoria Olmo

Memoria del Proyecto Cartagena puerto de culturas Sevilla puerto de Indias


El verano acababa, los ánimos se preparaban para los horarios y los despertares regulares. Yo empezaba el cuarto curso de la ESO e iba divagando de clase en clase conociendo a los nuevos profesores en mitad de la sensación de volver a estar con los compañeros en esa especie de lugar de reunión al que llamamos instituto. Entre una y otra clase entré en la de Teatro, la cual yo había solicitado felizmente en la matrícula en el momento en que me tocaba, pero resultó no ser como yo creía, puesto que cuando ya sentado en el salón de actos entablaba conversación excitado en el silloncillo, el Profesor, con el que ya había tenido algún que otro encontronazo antes, anunció mi nombre indicando que me habían cambiado de clase a algo que yo había criticado antes fieramente, algo llamado: “Proyecto Cartagena”. Mi desilusión fue amarga y duradera, pero no sabía que realmente eso podría aportarme algo mejor en el futuro.


En primer lugar diré que Pablo ya me había informado antes de que en su clase del año anterior, en la cual yo no estaba, habían organizado una especie de intercambio con unos chavales de Cartagena, por el que él no se había interesado. Y en este curso la Profesora de Sociales se disponía a volver a organizar algo por el estilo. En un primer encuentro con mis compañeros de Proyecto decidí no entrar cegado por excusas que yo mismo me ponía para justificar mi odio por el cambio de clase.


Y el tiempo pasó y los cartageneros como duendes cansados de dar vueltas por mi cabeza para que les prestase atención cayeron en el olvido de mi mente. Pero... cierto día mientras miraba distraído el boli, o hacía ridículos pedos con las manos en la clase de Proyecto, la Profesora hablaba de organizar un nuevo encuentro, y mi mente cogiendo palabras sueltas organizadas luego en el cerebro, hizo el esfuerzo de prestar atención en las palabras que se doblaban en la boca de la Profesora. Así que esta vez, entusiasmado por la idea de interculturalidad y de conocer las novedades que el mundo me ponía en bandeja y de darlas a conocer a otros, me apunté al intercambio por lo que alojaría a un tal Edu en mi casa y más tarde yo sería acogido en la suya de Cartagena (más adelante me informaron de que el tal Edu había tenido un accidente o algo que no acabo de recordar y no pudo venir, así que este último fue sustituido por una chica llamada Desrée o Desy mas informalmente conocida.


Sevilla


Fue así como los días fueron pasando hasta que casi sin darme cuenta, los famosos cartageneros habían llegado, bajando sonrientes, algunos creo recordar, de aquel autobús que olía un poquito a cerrado, y las cosas se fueron sucediendo casi de forma natural, bueno en cierto modo me veía un poco alejado del grupo y Pablo se convirtió en el compañero de comunicación más solicitado, esto era porque yo no estuve todo el tiempo en el anterior encuentro entre sevillanos y cartageneros, entonces ellos ya tenían una especie de globo de confianza que les rodeaba. Pese a todo pude relacionarme con ellos ya que eran bastante sociables. Durante los días que pasaron en Sevilla todo tenía un aire más acelerado. Recuerdo que fuimos a ver el Puerto de Sevilla, el único puerto interior en España, íbamos siempre de un lado para otro en autobús con bocatas y todos eso. Recuero la Ghynkana matemática, fue interesante y creativa, caminando por aquellas estrechas callejuelas escuchando los desánimos de los compañeros que se veían abatidos por la dureza de las pruebas que consideraban fuera de tiempo, justo después de comer.


Y así poco a poco fue pasando el tiempo y llegó el día de marcharnos, de forma que cuando ellos se iban nosotros íbamos con ellos y nos alojaríamos en sus casas. Marchamos temprano en el autobús en el que habían venido ellos. Buenos son los recuerdos que guardo del autobús: jugué al ajedrez, comimos bocatas que mi madre había hecho de lomo en adobo y disfruté del paisaje, además de dormir un rato, por supuesto. Por el camino Pablo y yo compramos pan de higo en un sitio y estaba muy bueno.



La llegada a Cartagena


El autobús seguía su recorrido y empezó a entrar en un barrio rodeado de solares con hierba, el lugar parecía un poco gris, bajé del autobús con Desy y su novio vino a recogernos en el coche. Hacía un sol agradable y anaranjado. Llegué a la agradable casa en poco tiempo, lamentablemente, estaba bastante lejos del Instituto así que más tarde descubrí que tenía que ir hasta allí andando. Y entonces conocí a la familia, que era super agradable, me recibió con una calurosa bienvenida, la madre Desy era simpatiquísima y muy atenta. Junto con Desy la pareja tenía dos hijos más: Ángel y Alba,

Alba era un poco más grande, y menudos chavales eran esos dos me lo pase muy bien con ellos y siempre me pedían de jugar más.


Al día siguiente hicimos varias actividades. Fuimos al Puerto de culturas y muchas otras cosas, en resumen las actividades te dejaban agotado al finalizarlas, como las de Sevilla, vamos. Con respecto al grupo de Cartagena tampoco establecí una relación muy fuerte, tan solo llegábamos a llevarnos bien, aunque con algunos me llegué a llevar bastante bien. Fuimos a la playa, a un edificio modernista, comimos en un kebab, a un anfiteatro romano y muchas otras cosas, la diversidad estuvo siempre presente.


Y cuando llegaba el día de irse, la madre de Desy me quería tomar las medidas de cintura, y resulta que era porque quería regalarme unos pantalones, yo insistí en que no era necesario pero ella se empeñó mucho. Y al día siguiente cuando llegué de la excursión cansadísimo, encima de mi cama había dos pantalones, tres camisetas y un par de botines, resulta que era un obsequio que me quería hacer la madre de Desy. Me impactó bastante, porque no necesitaba más ropa ni nada por el estilo, pero rechazarlo me sabía muy mal por ella, además el tío de Desy me regaló una linterna con zoom.

En resumen estuvo genial y me lo pasé muy bien.


Olmo Herrera Sánchez

4º ESO-B

Memoei Alberto

Memoria del Proyecto Cartagena puerto de culturas Sevilla puerto de Indias

Este proyecto comenzó en 3º de ESO A en la promoción 2009/2010. Todo empezó como una simple proposición para hacer un trabajo para ir a Cartagena, sin saber que esto nos haría vivir, pocos meses más tarde, una experiencia increíble.

El primer viaje fue durante el mes de marzo del 2010. Fue nuestro primer contacto con los compañeros de Cartagena (redes sociales aparte). Con ellos aprendimos cosas y nos lo pasamos muy bien. Durante la estancia allí, estuve en casa de Alfonso, compañero y buen amigo, donde me sentí muy bien recibido. Conocí mucha gente y muchos lugares interesantes hasta entonces desconocidos. Tras la emotiva despedida, ya estábamos ansiosos por volver a ver a nuestros nuevos amigos (Alfonso, David, Migue, Edu, Jumilla, Antonio, Lola, Mario, Elena, Noelia, Celia y Andrea), además de aquellos que conocimos durante el viaje pero que no pertenecían al Proyecto.

El esperado reencuentro fue en octubre de ese mismo año. Me atrevería a decir que este segundo encuentro nos unió aún más. Los organizadores de la visita esta vez, en parte, fuimos los propios alumnos sevillanos quienes recitamos poemas e hicimos de guías en algunos puntos de interés. En esta ocasión, afortunadamente, disfrutamos de más tiempo libre. La visita cultural terminaba sobre las cinco de la tarde por lo que teníamos el resto del día para disfrutar y para estar juntos. Al final del día estábamos todos agotados pero eso sí, con una sonrisa dibujada en nuestras caras. El último día, cansados y tristes, llegó la hora de decir adiós. Sobre las doce de la mañana, los “invitados” dejaron Sevilla.

El tercer encuentro tuvo lugar la primera semana de abril del 2011. A este último no pudimos acudir ni Andrés ni yo, ya que coincidió con el viaje a Viena. De esto fuimos informados demasiado tarde para rectificar ya que la cuota para el viaje a Viena ya estaba pagada. Me sentí un poco frustrado ya que sentí que todo el trabajo del Proyecto no había servido para nada aunque en el otro viaje, para qué mentir, me lo pasé muy bien también.

Este verano, intentaremos hacer un viaje por nuestra cuenta a Cartagena a ver a nuestros amigos,
vivir de nuevo emociones como la diversión, la felicidad, la alegría... Y aptitudes como la amistad, el compañerismo, etc.

Con este trabajo he intentado resumir experiencias y situaciones irrepetibles y que son difíciles de expresar con simples palabras.

En resumen ha sido más que un hermanamiento entre dos institutos, ha sido un hermanamiento entre personas que con los años recordarán aquel proyecto de clase que se convirtió en un gran recuerdo.

Memoria Reyes

Memoria del Proyecto Cartagena puerto de culturas Sevilla puerto de Indias Hermanamiento Sevilla – Cartagena

Todos esperábamos con impaciencia la llegada de nuestros amigos cartageneros, después de seis meses de la última vez que nos vimos. Antes de este último intercambio tuvimos dos viajes que trabajamos por mucho tiempo y con muchas ganas. Nos lo pasamos también estupendamente y además aprendimos muchísimas cosas tanto de Cartagena como de nuestra misma ciudad Sevilla, que no conocíamos.

Sabíamos que este era el último intercambio, y aunque nos apenaba estábamos contentos de volverlos a ver. El domingo 3 de abril, estuvimos esperando por la tarde su llegada al lado del Parque de los Perdigones, hasta que por fin vimos llegar su autobús y verlos bajar a todos. En pocos segundos todo se lleno de muchos abrazos y besos con mucho cariño y añoranza. Después, unos se fueron a sus casas para soltar las maletas e instalarse, pero otros se quedaron dando alguna vueltecita por la ciudad.

A la mañana siguiente, 4 de abril, cuando todos llegamos al Instituto, entramos en el salón de actos para la bienvenida, ya que como era domingo cuando llegaron, no pudimos tenerla oficialmente. En esa bienvenida nos hablaron un poco de lo que haríamos durante esos días en Sevilla. Nos repartieron unos folletos para informarnos de las actividades que íbamos a realizar en el Instituto y el itinerario de los sitios que íbamos a visitar.

Después de la bienvenida, subimos al aula de Biología, en la que nos iban a enseñar algunos objetos que teníamos en nuestro Instituto que forman parte de un museo. A todos nos pareció muy interesante ver esos objetos y además animales que había por allí y todo. Fue muy interesante. A continuación del aula de Biología, nos fuimos a la de Física, en la que un profesor del Centro nos enseñó algunos experimentos sobre la electricidad, muy interesantes también, que nos dejaron muy sorprendidos a todos. Cuando terminamos en el aula de Física nos fuimos a la Biblioteca en la que nos explicaron que allí había libros muy antiguos, de cientos de años. Eso fue igual de sorprendente para los cartageneros como para los propios sevillanos alumnos del centro que nunca habíamos visto esos libros.

Cuando acabaron de enseñarnos todas las cosas así más importantes de nuestro instituto nos llevaron al patio un rato antes de salir del centro para ir a almorzar.

Mientras íbamos de camino al restaurante, nos parábamos en algunos sitios para verlos, como el Ayuntamiento, el Archivo de Indias o el Palacio de San Telmo.

Después de la comida, que por cierto estuvo muy buena, nos llevaron al barrio Santa Cruz, en el que íbamos a realizar una Gymkana Matemática, que por cierto, fue mi grupo el que ganó. Estuvo muy divertida, y a la vez que competíamos con los demás y resolvíamos las matemáticas, conocíamos también el barrio de Santa Cruz.

Cuando acabó la Gymkana Matemática, ya las profesoras nos dejaron tiempo libre para que nos fuéramos por nuestra cuenta a la Alameda todos juntos y lo pasamos en grande hasta que nos fuimos cada uno a su casa con su respectivo/a cartagenero/a.

El martes 5 de abril, visitamos el Puerto de Sevilla, en el que un guía nos habló acerca de cómo era el río antiguamente y lo que se hizo para poder controlar el nivel de las aguas y posibilitar la entrada de los barcos al puerto. Después nos puso un video sobre la evolución de todas las obras.

Cuando el video acabó, nos llevaron a la esclusa, en la que nos dieron para que nos pusiéramos un casco y un chaleco reflectante. Llegamos a la esclusa y tuvimos la suerte de que en ese mismo momento iba a pasar un barco por allí y pudimos ver en la realidad como lo hacían para que pudiera pasar.

Primero un grupo subió arriba para poder verlo desde allí mientras que otros se quedaron abajo, pero después subieron ellos y los que estuvimos arriba nos bajamos para ver salir el barco de la esclusa hacia el puerto.

Salimos del Puerto a la hora de comer, fuimos a un restaurante cerca del Parque de los Perdigones, que a partir de ahora ese restaurante será para nosotros el restaurante de los huevos.
Acabamos de comer y nos fuimos en dirección a la Torre de los Perdigones, pero algunos nos adelantamos y nos tendimos en el césped del parque y cuando los demás llegaron se tendieron también porque estábamos todos muy cansados. Pero la profesora en seguida se dirigió a nosotros y nos levantó porque ya era la hora de subir a la torre, en la cual al final no pudimos ver la cámara oscura porque estaba el cielo muy nublado pero algunos subimos a ver Sevilla desde lo más alto de la torre.

En nuestro tiempo libre, es decir por la tarde ya noche, salimos todos juntos a cenar y a dar una vuelta por Sevilla, pero acabamos todos en el río.

Al día siguiente, 6 de abril, todos llegamos al Instituto con nuestras maletas, ya que ese día nos íbamos todos a Cartagena. Después del desayuno en la cafetería, fuimos al salón de actos para la despedida de Sevilla y después de la despedida nos fuimos todos a coger el autobús que nos llevaría a Cartagena.

El camino se hizo intenso, la mayoría acabamos dormidos a la media o a la hora de empezar el viaje. Hasta que por fin llegamos a nuestro destino, Cartagena.

Ya ese día, no hicimos nada educativo, sino que cada uno nos fuimos a nuestras respectivas casas de acogida, para ducharnos y arreglarnos y salir con los amigos. Fue una muy buena noche, todos juntos, divirtiéndonos, haciéndonos fotos, etc.

El día 7 de abril, recorrimos la Calle Mayor y algunos de nuestros compañeros cartageneros nos explicaron algunos de los sitios más importantes. Cuando acabamos de verla, fuimos al puerto para dar una vuelta en un barquito y pudimos ver barcos militares y muchos sitios de allí muy bonitos.

Nos bajamos del barco y nos fuimos a almorzar a la Universidad a un bufet libre. Cuando acabamos de almorzar, nos dieron un poco de tiempo libre hasta que llegara la hora de entrar al Ayuntamiento, en el que nos estaba esperando la Concejala. Dio un pequeño discurso y a continuación de ella hablaron nuestros respectivos profesores que nos acompañaron. Al final del acto nos dieron una bolsa con regalos.

Cuando salimos del Ayuntamiento cogimos un autobús que nos llevó al Instituto, porque allí seria la despedida del Proyecto, ya definitivamente. Aunque nos quedaban dos días más, decidieron hacer ese día la despedida porque al día siguiente iríamos a la playa y estaríamos muy cansados para ello.

Terminó el acto y cada uno nos fuimos a casa a ducharnos y vestirnos para salir. Esa noche cenamos todos juntos en un kebab y después nos volvimos a ir a dar una vuelta por Los Dolores.

Al día siguiente, 8 de abril, nos llevaron a las minas, nos explicaron cómo trabajaban antes allí, y nos hicieron una representación sonora de una explosión.

Cuando salimos de allí nos tomamos el desayuno y después cogimos el tren de vuelta para coger el autobús y que nos llevaran al centro de Cartagena. Visitamos otra casa en la que nos explicaron el cante de las minas y después nos fuimos a comer a un restaurante en el que nos lo pasamos muy bien, incluso comiendo. Unos se lo comían todo, otras no queríamos comer y un compañero de Cartagena nos obligaba metiéndonos la comida en la boca, dándonos de comer.

Salimos del restaurante y estuvimos una media hora jugando fuera con una pelota a 1x2. Cuando los profesores salieron del restaurante nos condujeron al autobús que nos llevaría a la playa, La Cortina. Algunos nos dimos un baño, otros no quisieron. Después del baño, para secarnos para poder montarnos en el autobús, empezamos a jugar otra vez a 1x2 con la pelota.

A la vuelta de la playa, nos fuimos a un polideportivo donde unos jugaron al futbol mientras que otros nos hacíamos fotos y después nos fuimos a ducharnos y vestirnos para poder disfrutar, aunque un poco cansados, de nuestra última noche juntos en Cartagena.

Ya por la mañana del último día, quedamos todos en la Estación de Autobuses para despedirnos y volver a Sevilla.

Hubo muchas lágrimas y abrazos de despedida, todos estábamos muy tristes, no queríamos irnos, queríamos estar todos juntos todo el tiempo, pero como se suele decir, todo lo bueno se acaba, y así fue.

Nos volvimos a abrazar todos antes de subir al autobús, y ya dentro todos con las manos hacíamos corazones, tal como llevábamos haciendo todo el viaje.

Cuando el autobús ya salió rumbo a Sevilla, todos empezamos a llorar, no nos lo podíamos creer, ya los echábamos mucho de menos. Pero como muy buenos amigos que seguimos siendo, nos volveremos a ver en muchas más ocasiones, porque esta amistad que todos hemos cogido, será para siempre.

Ha sido una experiencia impresionante, alegre, divertida, vamos no hay palabras para describirla. Y como no es de extrañar, por supuesto que repetiríamos otro proyecto, una y mil veces más.

Reyes Pérez Díaz

4º ESO-A

Memoria Daniel

Memoria del proyecto Cartagena puerto de culturas

Sevilla puerto de Indias

Debo empezar explicando que me metí en este Proyecto “in extremis”, llegaba nuevo al Instituto y no conocía a nadie. La poca gente que conocí en los primeros días ya me estuvo hablando del Proyecto y no pensaba en aquellos momentos que acabaría entrando tan de lleno. Entré con desgana, pero estuve viendo que todo iba bien, entonces a mediados de octubre tuve el primer contacto con ellos, cuando nos visitaron los cartageneros, me sentía solo no conocía a nadie, solo a los sevillanos pero esos cuatro días fueron algo indescriptible para mi, una experiencia única: lo rápido que congeniamos todos, como si fuéramos amigos de toda la vida. Pero todo tiene un principio y un final, ese día creo que fue el día que más me dije: esto no está pasando. Nos estábamos despidiendo como si fuéramos familia pensando que no nos íbamos a volver a ver nunca jamás. A partir de ese día, todo el tiempo estuvimos diciéndonos falta menos para volver a vernos, pero yo lo pasé francamente mal cuando nos dijeron que quizás cambiaban a los compañeros del intercambio y durante esas aproximadamente cuatro semanas de incertidumbre estuvimos todos como si la vida no tuviera sentido, como si no hubiera ninguna razón más por la que vivir. Pero llegó el momento y cuando nos dijeron: “vienen las mismas personas que el anterior intercambio”, fue como un elixir de la vida para todos, no he escuchado ninguna potencia de grito mayor que la de Marina y Reyes. Aquel día todos saltamos gritamos, corrimos de la emoción de pensar que íbamos a estar con ellos otra vez y además por partida doble durante toda una semana. Tras un mes que pareció un Eón, llegó aquel domingo de abril con la llegada de los cartageneros a Sevilla y con ellos la alegría, las bromas, las risas y ¡cómo no!, las salidas nocturnas a la Alameda. Tras la euforia en Sevilla viajamos a Cartagena, una ciudad que no conocía. Estuve realmente bien con mi familia de acogida, muy amable y acogedora, pero llegó otro de los peores días de mi vida: la despedida en la estación de autobuses de Cartagena. Todos nos abrazamos, llorábamos a lágrima viva pensando que era la última vez que nos veíamos, pero la cosa estoy segura que no será así, que volveremos a vernos.

Desde el punto de vista académico, didáctico del Proyecto, hemos visitamos infinidad de cosas tanto en Sevilla como en Cartagena, empezando por Sevilla todo su centro histórico que incluye Catedral, Alcázares calles más céntricas, iglesias más importantes, el Monasterio de la Cartuja, Plaza de España, Parque de María Luisa, Puerto de Sevilla, complejo de Cartuja 93 y terminando con Cartagena, una ciudad que no había visitado nunca. Aprendí mucho acerca de su historia, de La Unión, un pueblo cercano con un gran interés turístico. Agradezco a los profesores que todo esto haya sido posible, por su esmero en conseguir que el Proyecto saliera adelante y al Ministerio de Educación que nos lo ha subvencionado. Repetiría la experiencia porque es como para no olvidarla jamás.

Daniel Jiménez Arenas

4º ESO-A

Memoria Carlos

Memoria del Proyecto Cartagena puerto de culturas Sevilla puerto de Indias

Acabé en el proyecto Cartagena sin quererlo, debido a que los Proyectos Integrados se vieron recortados por la falta de alumnos, por lo que me asignaron a ir a este proyecto, el Proyecto Cartagena.

Sabía que el año pasado ya habían realizado actividades con el Instituto San Isidoro de Cartagena, pero no estuve presente en la primera excursión.

Empecé poco interesado, pero mientras pasaba el tiempo me fui viendo algo más involucrado. Cuando preguntaron en clase quién podía acoger a algún cartagenero me atreví a levantar la mano. En un principio, cuando llegaron no me convenció mucho, ya que mi timidez me frenaba en gran parte, pero según fue transcurriendo la experiencia me sentí más a gusto.

En primer lugar los cartageneros fueron llevados a las casas de los que los acogían para dejar las maletas, en ese momento empecé a coger algo más de confianza con los chicos que acogí, aun así mi timidez no cesó. A la mañana siguiente recorrimos el casco antiguo de Sevilla, donde hicimos un recorrido homenajeando a los grandes poetas y literatos de esta ciudad.

Visitamos lugares históricos como el Alcázar y la Catedral de Sevilla. Aquella noche visitamos por independientes el río, en el que pasamos un rato fundamental para consolidar algo más el ambiente entre nosotros.

Al día siguiente visitamos el Jardín Americano, fue una mañana muy cansada, luego fuimos a los recintos de la Expo 93, donde comimos y pasamos la tarde, luego fuimos al Parque del Alamillo hasta la noche.

En el último día visitamos el parque de María Luisa, aquel día fue también muy cansado debido al calor, pero fue otro día genial.

Aunque mi actitud común es de indiferencia, en esta experiencia me sentí realmente bien en algunos momentos.

Una pena que no pudiese haber vuelto a contactar con los cartageneros ya que no soy partidario de las redes sociales.

Quise apuntarme para el segundo intercambio que se organizó, pero debido a una serie de circunstancias no pude.

Aun así, he de admirar el gran trabajo y esfuerzo del profesorado de ambos institutos y también la complicidad de los alumnos que participaron en la experiencia.

Espero que os vaya bonito.

Carlos Ortiz Moreno

4º ESO- B

Memoria Andrés

Memoria del Proyecto Cartagena puerto de culturas Sevilla puerto de Indias

Este Proyecto nos lo presentaron hace ya dos años, en aquel momento no le daba demasiado valor, lo tomaba como una actividad más del Centro e incluso me eché un poco hacia atrás pocos días antes del proyecto por un poco de temor.

El proyecto en sí era sencillo un intercambio de niños y niñas de dos ciudades diferentes que mantenían en común una cosa, la importancia del puerto y el nombre de sus institutos. Sin embargo para mí esto ha sido bastante más. He conocido una ciudad nueva y partes nuevas de mi ciudad, pero sobre todo he conocido a unas grandes personas de las que me he hecho buen amigo y he vivido con ellos, y con mis amigos de toda la vida, momentos que no se me van a olvidar y que espero que puedan volver a repetirse.

En mi primer viaje cuando aun no nos conocíamos bien me mantenía un poco distante por mi timidez y me limitaba a visitar la ciudad que era desconocida para mí como el puerto, las murallas, las casas modernistas, etc. Solo solía hablar con los que ya eran mis amigos desde hace bastante y con mi compañero de intercambio: Eduardo. El último día cuando ya les conocía mejor, la despedida me dejó con ganas de volver a verlos.

En el segundo viaje cuando ellos llegaron ya les conocía mejor y me relacionaba más con ellos pero, como en el primer viaje, aún me mantenía algo “cortado” con alguno de ellos. Ciertamente en este primer viaje no visité nada que no conociera (La Catedral, la Giralda, la Torre del Oro…) pero me ilusionaba que vieran cómo era nuestra ciudad. Esta despedida llegó sin que me diera ni cuenta, visitamos muchísimas cosas y eso hizo que tuviéramos menos tempo libre del que nos gustaría pero al fin y al cabo tenía que caber todo lo visitado en el horario.

El tercer viaje ya lo esperaba con nerviosismo e ilusión, esta vez me lo pasé mejor que ninguna otra hasta entonces, teníamos tiempo libre y quedábamos todos juntos para pasárnoslos mejor que en pequeños grupos, además yo ya me llevaba bastante bien con todos ellos y esta parte del Proyecto me dejó buenos recuerdos. En cuanto a las vistas vi el puerto de mi ciudad (Sevilla) de un modo que no había hecho hasta ahora, conociéndolo mejor.

El último viaje a Cartagena lo recuerdo como el mejor, me llevaba estupendamente con ellos y en este viaje vinieron compañeros de clase que no vinieron el año anterior, todo eso ayudó a que este fuera el mejor viaje de todos, pero también el peor pues fue el viaje de despedida, ya habían acabado los viajes del proyecto…

Aunque eso no quita lo que este me ha aportado: grandes amigos y conocer una nueva ciudad esta experiencia no se me olvidará en la vida.

Manuel Buzón Herrera

4º ESO- B